Salamanca , tiene tanta monumentalidad que esta ha escondido a sus hijos predilectos en el arte. Hoy hablaremos de la vida y obra de uno de sus genios en escultura: DAMIÁN VILLAR.
Damián pertenece a ese grupo de grandes escultores salmantinos del siglo XX como: Mateo Hernández, González y Macías, Venancio Blanco o Agustín Casillas que conocieron, como lugar formativo, la Escuela elemental del trabajo, en el antiguo edificio de la Cárcel vieja.
Biografía de Damián Villar
Nuestro autor nace el 12 Febrero de 1917 en Salamanca, estuvo en la Escuela antes mencionada y en la posterior Escuela de Artes y Oficios cuyo director fue Soriano Montagut. Al estallar la guerra civil es finalmente trasladado a Burgos para labores de restauración, haciendo de forma hábil el tratamiento de la madera y el marfil.
A su vuelta a Salamanca, se le asigna un estudio en el patio de escuelas con el pintor González Ubierna y Abraido del Rey. Es becado para la Escuela de Bellas Artes de Madrid.
Su vida académica se inicia, al obtener una plaza como profesor en la talla de madera, nada menos que en unos de los lugares más prestigiosos de España, la Escuela de Artes y Oficios de Granada, donde permaneció desde 1943 a 1950. En esta época hizo importantes encargos de talla en madera y marfil tanto para la mencionada ciudad como para Portugal y Salamanca. En esta última realizó tres magníficos pasos de Semana Santa (El Prendimiento, Jesús de la Pasión y la Virgen de la Esperanza).
En 1950, obtiene la plaza de profesor de modelado y vaciado en la Escuela de Artes y Oficios de su ciudad natal, donde permanece hasta 1983, siendo director de la misma durante los últimos catorce años.
En este tiempo hizo importantes trabajos en la ciudad como la Virgen de la Peña de Francia, la medalla de la ciudad, que fue regalado a Franco el día que visitó Salamanca, realizada en oro. Cristo para el seminario de Calatrava y un sinfín más de encargos que salieron de sus manos y gubias.
Junto a Manolo Gracia, otro gran artista y pintor salmantino, realizó el proyecto, en bronce, de la Puerta de Poniente que existe en el Valle de los Caídos. Asimismo realizó el medallón dedicado a Vázquez Coronado en la Plaza mayor de Salamanca.
Entre tanto que hacer, Damián tuvo sus largos ratos de ocio, practicando el deporte de la pesca, del que fue también un gran conocedor. Le encantaba el contacto con la naturaleza y su río Tormes.
Estilo artístico del escultor salmantino Damián Villar
La obra de Villar está marcada por su trayectoria académica. Primero su interés y éxito en la talla de madera y marfil con la experiencia en su servicio militar y su estancia en Granada. Segundo, como profesor de modelado y vaciado. Son también muchas las obras realizadas, siendo muy conocidas sus esculturas en terracota de palomas.
La mayoría de sus esculturas civiles están realizadas en madera o piedra, y con menos frecuencia en bronce, se presentan o bien en forma de modelado, es decir de contorno tridimensional, o en otras ocasiones como vaciado.
Sus figuras vanguardistas, la mayoría en terracota, tienen cierto aire a Giacometti. Si bien Damián las trabaja con influencia de reliquias romanas, en otras sigue perfiles más académicos dependiendo si eran encargos o eran fruto del vuelo de su imaginación que lo llevan a una creatividad que se adelantaba a sus tiempos y que tendrá una importante influencia en su gran discípulo y amigo Venancio Blanco.
Damián Villar, falleció el 3 de Septiembre del año 2003 después de haber sembrado España de las mejores obras de escultura e imaginería y llevado el nombre de Salamanca en el corazón de todas ellas.
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